Pide al tiempo que vuelva

La melancolía es un sentimiento que sólo se puede describir fielmente a través de la música. No es necesariamente un sentimiento triste. Es una mezcla agridulce, entre felicidad y tristeza. Es evocar atardeceres que pasaron hace ya mucho tiempo. Es como contemplar al sol ocultarse detrás de las montañas, esos últimos rayos que evocan la nostalgia por un día que termina y la esperanza de que mañana existirá otro día. Es cerrar los ojos por un momento y volver a sentir... Cosas que ya no es posible sentir. La inocencia largamente perdida, aquel rostro dulce de un ser del cual estamos separados por el infinito misterio de la vida y la muerte. Aquel abrazo tierno, que nunca más volveremos a sentir. Aquellos consejos, que se grabaron con fuego en nuestros corazones, pero que nunca volveremos a oir de la voz de la persona que los dio. Aquellos lazos que sobreviven la muerte y el gran misterio del tiempo. Esa sonrisa que recordamos todas las noches antes de ir a dormir y al amanecer cada día, pero que nunca volveremos a ver. Aquel halo de misterio que cubría tantas cosas... Y que la experiencia y el conocimiento ha ido borrando... Para bien o para mal.... Tocamos la delicada fibra de la meancolía con lo único que nos queda: vestigios materiales de aquello a lo que ya no podemos acceder. Podemos tocar una cajita musical, una fotografía un libro... Y cerrar los ojos y sentir que estamos en otro lugar y en otro tiempo y evocar a aquel ser que a través de los años  sigue estando con nosotros... Pero que ya no está. Es el gran misterio de la vida. El tiempo. Nos evade y nunca lo podemos atrapar. Si pudiéramos cerrar los ojos... Y pedirle al tiempo que volviera. Tan sólo para poder pasar unos segundos más... Tan sólo para preguntar aquello que nunca nos atrevimos a preguntar, para volver a sentir ese abrazo... Para volver a verte... Para volver a escucharte... 

¿En qué momento?

Se acerca la noche y siento una inexplicable sensación... Es como un vacío. Es como un halo de oscuridad que se acerca a mi y me rodea... La puedo sentir y no la puedo ver. 

La vida pasa rápido. Es un día tras otro. Suena sencillo. Son 24 horas, cada vez. Una oportunidad para vivir una vida, una pequeña vida que dura unas 12 horas. Un día que termina con un sueño reparador... Y con la promesa de que habrá un día siguiente, donde podemos hacerlo mejor. 

No he querido hacer la cuenta de cuántos días he vivido... Pero bueno ya han sido muchos días... De eso estoy segura :) Sin embargo, llega un momento en el que me pregunto... ¿Por qué pasan tan rápido los días? La verdad es que es una pregunta ya muy trillada y quizá un poco tonta, porque siendo ingeniera debiera yo de saber que el tiempo pasa... Con una precisión inexorable. No es que unos días se vayan más rápido que otros... Todo está en nuestra cabeza.

Esa inexplicable sensación que mencionaba hace unos instantes... Es la sombra de la duda. Es lo que a veces no nos deja estar en el presente, por estar divagando para encontrar una respuesta hacia una pregunta que nunca estuvo clara. 

Sin embargo, dentro de un marasmo de pensamientos alcanzo a distinguir la pregunta... ¿En qué momento?

¿En qué momento dejamos de ver cada día como una nueva oportunidad? ¿En qué momento nuestro corazón se endureció? ¿En qué momento dejamos de maravillarnos ante la naturaleza? Una vida agitada, la vida moderna. Entre múltiples obligaciones, preocupaciones, metas. ¿Dónde quedó la aventura? ¿Dónde quedó el espíritu libre? 

Hay cosas, que conforme va pasando la vida, vamos dejando ir... Muchas de las preguntas anteriores, para muchos podrían tener respuesta: "cuando dejé se ser niño". Sin embargo, yo pienso que el ser adultos no nos incapacita para vivir la vida como debe de ser: Intensamente.

Creo que todo lo anterior influye mucho en nosotros en cuanto a sentir que los días "pasan muy rápido" 

La vida es muy corta... Y la vida en estos días sin duda es más complicada. Se nos exige demasiado... Sobretodo, si caemos en la trampa de vivir bajo los estándares que imponen los medios. Hay que tener un cuerpo perfecto, tener el último gadget con el último software, hay que tener x, y, z bienes, hay que comportarse de tal manera en un lugar, y de otra manera en diferentes situaciones, cumplir con muchas obligaciones, estar al nivel de las circunstancias.

No es mi idea sugerir que nos debieran de importar poco nuestras obligaciones. Me parecería francamente trillado y ridículo decir la clásica frasecita de que hay que tratar de volver a ser niños. Eso tampoco se puede, hemos visto demasiado. Somos adultos, no hay de otra.

Sin embargo, me resisto a dejar que mi vida pase así nada más. Un día tras otro y ya... No quiero sentir, antes de dormirme, la sensación de "ya pasó otro día más". 

Prefiero reflexionar un poco y darme cuenta de que la vida es hermosa y hay mucho qué disfrutar... Hay que vivir el presente... De acuerdo, tengo muchas metas, pero no puedo condicionar mi felicidad a lograrlas todas, porque cuando ese momento llegue seguramente habrán pasado muchos días... No, es disfrutar el presente, esos pequeños placeres que tiene la vida y que muchas veces no valoramos. ¿De qué hablo? Bueno, unos ejemplos podrían ser...

• Ver el sol en las mañanas
• Respirar hondo
• Un buen libro, ese olor a libro nuevo o viejo. Letras que nos transmiten sentimientos, voces que llegan a nosotros traspasando las barreras del tiempo, la muerte o la distancia
• Los aromas de las especias al cocinar
• Una plática con nuestros seres amados. Pero me refiero a una plática de verdad. Mirando a los ojos, sin el celular o x aparato en la mano. El placer de escuchar y ser escuchados.
• Un abrazo
• El olor a tierra mojada después de la lluvia
• Dormir profundamente
• La música, que también nos transporta y nos hace vibrar

Son muchas cosas que podrían estar en esta lista, cada quien tiene la suya. La mia es demasiado larga como para ponerla aquí. ¿En qué momento dejamos de disfrutar estas cosas? Creo que esa es una reflexión necesaria en estos tiempos tan agitados. En estos tiempos, en los que sentimos que la vida pasa demasiado rápido...

Querétaro y San Miguel de Allende

Pues brevemente para informar, de manera atrasada que fui a Querétaro... Fui para visitar a mi tio que vive allá... Y bueno pues lo pasé genial. Salimos a comer, pude convivir con mis abuelitos (para mi eso vale oro) y pues también conviví con mis primos, a los que quiero mucho. Carlitos está estudiando en Texas y fuimos con él a un bar y luego a los tacos jajaja. Richie está en la prepa y es como yo, le encantan los animalitos... También tuve oportunidad de visitar San Miguel de Allende... De verdad es que es una ciudad mágica... Recorrer sus calles es como viajar en el tiempo... Es un lugar donde se respira historia y donde uno recuerda lo bonito que es ser mexicano... Sus calles son angostas, con empedrados y con un sin fin de edificios antiguos y hermosos... Sus iglesias son verdaderas obras de arte, tanto dentro como fuera... Hay muchas tiendas donde venden artesanías tan hermosas que se las quisiera uno llevar todas... Es un lugar perfecto, donde fácil podría uno estar una semana recorriendo con calma todo lo que hay que ver, admirando las artesanías y respirando tranquilidad y tradición... Me parece un lugar a donde uno puede ir si necesita pensar... Como de ese tipo de viajes que tienes que hacer por lo menos una vez en tu vida, donde te vas solo, a retomar la perspectiva de tu vida, a estar contigo mismo... Pude notar que hay muchos extranjeros y es que me comentan que más del 80% de la población son personas de otros países, mayormente retirados... Y es de esperarse, es un lugar hermoso y tan tranquilo... Sólo con decirles que no se me atravesó ningún pensamiento relacionado con Laguna Verde estando allá jaja... De verdad, es un lugar que uno no puede dejar de visitar...

Tremendo lío para regresar a Cuernavaca

Pues resulta que fui a Veracruz (si, otra vez) y pues me tenía que regresar el jueves, ya que el viernes salía para Querétaro... Pues cómo les explico que fue un día saladísimo... Si de por sí es difícil salir de la Planta porque siempre el sistema truena cuando detecta lo siguiente:

a) que estamos tranquilos, comemos y dormimos como personas
b) que ya es la hora de salida
c) que alguien es feliz
d) que alguien se va de vacaciones...

Pues resulta que el camino hacia el aeropuerto ¡Estaban unos tipos levantando una mega viga de concreto y pararon el tránsito!!!! Así de plano, estaba cerrado y lo iban a volver a abrir cuando terminaran... ¡Qué tipos! Total, tuvimos que tomar una desviación, BVGG y yo veníamos hechas unos manojos de nervios... En el camino se nos ocurrió comentar que teníamos hambre y pues ya saben, toda la banda 12979 se empezó a burlar porque de por sí ya se veía difícil nuestra llegada al aeropuerto y nosotras pensando en comida... Bueno pues tuvimos que tomar una desviación por unos pueblitos y por si fuera poco, ¡Que se nos atraviesa una marcha de gente del PT! Apenitas pasamos antes de que bloqueran la calle... De verdad eso sí es estar salado... Total que ahí seguimos y de puro milagro si llegamos a tiempo, ¡Y hasta nos dio tiempo de cenar algo antes de abordar el avión!!! :)

En la imagen ya con el avión con BVGG, tengo otra foto comiendo muy a gusto en el aeropuerto pero no la encuentro buaaa, prometo que la subiré... Sí, salgo media fachuda pero pues antes salgo viva de esos ajetreos tremendos.

Vica y nuevas noticias

Pues aquí reportando las nuevas noticias... Pues resulta que Erika y Maythé fueron a buscar al perrito que vi en la caseta y desafortunadaente no lo encontraron :( Sin embargo, las personas de por ahí les dijeron que son dos los perritos con tumor que pasan por ahí y que por lo general van en las noches a buscar comida, justo donde yo vi a uno de ellos... Estoy en pláticas con Erika y Maythé para un segundo viaje... Por ese lado estoy un poco triste porque me hubiera gustado que hubieran encontrado a los perritos ese mismo día, pero una buena noticia es que rescataron a una perrita por ahí mismo que encontraron en muy malas condiciones. La recogieron, ya la esterilizaron y vacunaron y ya está en el albergue de"Nueva Vida". Eso me hace sentir muy feliz porque por lo menos el viaje no fue en balde y se pudo ayudar a una perrita en problemas... Ojalá pueda poner sobre este asunto más buenas noticias pronto... :)

En acción

Pues después de que escribí la pasada entrada del blog, me movilicé para comunicarme con alguna sociedad protectora de animales en Veracruz... Y pues localicé a la Sociedad Protectora de Animales La Roca A.C., donde conocí via telefónica a la Señora Norma Cortina. Fue un placer platicar con ella, porque me sentí contenta de saber que hay personas que piensan igual que yo... Hay muchos problemas en esta vida, pero pues alguien también debe pensar en los animalitos... Ella me ayudó a contactarme con el Albergue Nueva Vida en Puebla, donde pude platicar con Maythé Peral y Erika Rodríguez, quienes el día de hoy aceptaron ir en busca del perrito para tratar de ayudarlo... Ha sido muy conmovedor recibir correos de Asociaciones Protectoras de Animales de otros estados, quienes han manifestado su apoyo y ayudaron mucho a difundir el mensaje. Ahora sólo resta rezar mucho para que encuentren al perrito y que todo salga bien... Me ha encantado constatar que hay una red grande de protectores de animales, de todas las edades que de manera desinteresada buscan ayudar a estos seres que no tienen cómo defenderse de a indiferencia e irresponsabilidad humana (si la gente se molestara en esterilizar a sus animalitos, no habría perros ni gatos callejeros, si la gente en lugar de comprar animalitos en la calle o en tiendas adoptara de los albergues de perritos sin hogar, sería un gran apoyo para las asociaciones protectoras, etc.).

No todo mundo puede tener un albergue, pero creo que como sociedad lo menos que podemos hacer es apoyar a las personas que toman una estafeta difícil y que requiere de mucha entrega y valor...

Yo por lo pronto espero que mañana encuentren al perrito que vi aquella vez tan desamparado...

Perrito desconocido

lunes, 30 de julio de 2007

08:17 p.m.

Es increíble la nobleza que tienen los animales. Cómo aún en medio del dolor y la enfermedad te pueden dirigir una mirada dulce, de amor que no pide nada a cambio. Los animales, aún tienen la esperanza de que el ser humano sea bueno… Capaz de proveer una mirada de consuelo, una cobija, conocimientos médicos… Es una nobleza que los seres humanos, con todos nuestra ciencia y tecnología aún no alcanzamos a entender. Ahí estaba, con frío y con un tumor enorme que ya le sangraba… Y la gente solamente pasa a un lado… Su carita increíblemente tranquila, hasta que vi su parte trasera me percaté de lo que tenía. Cuando nuestras miradas se cruzaron por un instante muy breve, fue cuando vi esa mirada que he descrito. Para mi mala fortuna sólo estaba de paso y no tengo los conocimientos como para ayudarlo… Pero escribiré a una sociedad protectora de animales con la esperanza de que alguien lo pueda ayudar...